El Té Matcha proviene de la planta Camellia Sinensis o planta de té. Se protege del sol con unas suaves mantas para retrasar su crecimiento y aumentar la presencia de aminoácidos, entre otras sustancias. También por este motivo cuenta con un intenso color.

La principal zona de cultivo es Kagoshima en Japón, un lugar idóneo debido a su situación y cualidades atmosféricas. Se cosecha siempre a la antigua, es decir, a mano pura y dura. Sólo una vez al año y, generalmente, a principios de mayo.

Tras la recolección, las hojas se secan y trituran en un molino de piedra de manera completamente artesanal, obteniendo el suave polvo que ya conocemos. Lo mejor es que, gracias a este proceso, se aprovecha el 100% de las hojas con todas sus propiedades y da como resultado un producto de calidad.