5 cosas que (quizás) desconocías del Rooibos
El rooibos es una infusión de hierbas originaria de Sudáfrica muy conocida en todo el mundo. A diferencia del té, que se elabora a partir de las hojas de su respectiva planta, el rooibos se elabora a partir de las hojas de la planta Aspalathus linearis. Lo mejor, aparte del sabor, es que no contiene cafeína, lo que lo convierte en una bebida relajante y saludable.
Además de su delicioso y dulce sabor, el rooibos tiene una larga historia y muchos beneficios para la salud. Los indígenas Khoisan de Sudáfrica han estado utilizando el rooibos durante siglos como una bebida medicinal para tratar una variedad de dolencias. Sin embargo, no fue hasta el siglo XVIII que comenzó a ganar popularidad entre los colonos europeos en Sudáfrica, quienes comenzaron a prepararlo como una bebida para reemplazar el té importado.
Estoy convencido de que conoces esta infusión, pero te voy a contar cinco cosas que quizás no sabías sobre el rooibos:
No es un té
A diferencia de lo que mucha gente piensa, el rooibos no es un té. Aunque se prepara de manera similar, el rooibos no contiene teína. Palabrita. Te lo prometo.
Es rico en minerales
El rooibos es rico en minerales esenciales como el hierro, el calcio y el potasio, lo que lo convierte en una bebida muy nutritiva.
Tiene un alto contenido de antioxidantes
El rooibos es rico en antioxidantes que ayudan a proteger las células del cuerpo contra los daños causados por los radicales libres.
Tiene propiedades antialérgicas
Se ha demostrado que el rooibos tiene propiedades antialérgicas que pueden ayudar a reducir los síntomas de las alergias, como la congestión nasal y los estornudos.
Mejora la salud de la piel
El rooibos es rico en compuestos que pueden ayudar a mejorar la salud de la piel. Se ha demostrado que el rooibos ayuda a reducir la inflamación y a promover la producción de colágeno, lo que puede ayudar a mejorar la apariencia de la piel y prevenir el envejecimiento prematuro.
Propiedades del Rooibos
A medida que se ha vuelto más popular en todo el mundo, los investigadores han descubierto muchos de sus beneficios para la salud. Entre otras cosas, es rico en antioxidantes que ayudan a proteger las células del cuerpo contra los daños causados por los radicales libres.
Los antioxidantes son importantes porque pueden ayudar a prevenir enfermedades crónicas como el cáncer y la enfermedad cardíaca. De hecho, algunos estudios han encontrado que el rooibos contiene más antioxidantes que el té verde.
Además, tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación en todo el cuerpo. La inflamación crónica está relacionada con muchas enfermedades, incluyendo enfermedades cardíacas, la diabetes y el cáncer.
El rooibos también puede mejorar la salud del corazón al reducir la presión arterial y el colesterol. Un estudio en ratas determinó que el consumo de rooibos redujo la presión arterial y los niveles de colesterol total y LDL (el "colesterol malo").
Otro beneficio fundamental para mí es que ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. El rooibos contiene un compuesto llamado aspalatina que se ha demostrado que tiene efectos ansiolíticos en ratones. Además, algunos estudios han encontrado que el rooibos puede mejorar el sueño y la relajación.
Por si todo esto fuera poco, mejora la salud digestiva al aliviar la diarrea y otros trastornos gastrointestinales, y se ha demostrado que sus propiedades antialérgicas reducen los síntomas de las alergias, como la congestión nasal y los estornudos.
Sinceramente, no creo que a estas alturas de artículo te queden muchas dudas de por qué es una infusión que te va como anillo al dedo.
Historia del Rooibos
La historia del rooibos se remonta a hace siglos en Sudáfrica, donde la planta ha crecido de manera natural en la región del Cederberg. Aunque los pueblos indígenas de Sudáfrica han estado utilizándola durante siglos con fines medicinales, no fue hasta el siglo XVIII que los colonos europeos comenzaron a verla como una bebida.
Se cree que los colonos holandeses descubrieron el rooibos en el siglo XVIII cuando llegaron a Sudáfrica y comenzaron a experimentar con diferentes plantas para elaborar bebidas que reemplazaran al té importado. Fue entonces cuando descubrieron que las hojas de la planta, cuando se secaban y se remojaban en agua caliente, producían una bebida sabrosa y saludable.
El consumo de rooibos se limitó durante mucho tiempo a Sudáfrica, y fue principalmente la comunidad de habla afrikaans la que lo disfrutó. Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial, la falta de acceso a los productos importados hizo que el rooibos fuera una alternativa popular y asequible al té. Hoy en día, Sudáfrica sigue siendo el mayor productor y exportador de rooibos del mundo.
Y ahora viene lo bueno porque he traído a la tienda esta infusión para que la disfrutes sabiendo que tiene la máxima garantía de calidad. Yo la he probado y puedo afirmar que tiene mucho sabor y un aroma que te va a encantar.
¡Pruébala y cuéntame!